Mi mamá nos enseñó esta costumbre meramente simbólica pero hermosa. El 16 de diciembre, sólo ese día, competíamos todos en la casa por quién pedía al otro antes los aguinaldos. Éramos los siete hijos y mi mamá que al grito de ¡Mis aguinaldos! queríamos adelantarnos a los demás. Algunos fingían dormir, otros se escurrían silenciosos como ladrones. Lo importante era sorprender al otro.
Perder en este juego inocente no conducía a ninguna obligación de dar un regalo. Simplemente era por ver quién se adelantaba al otro el 16 de diciembre lo más temprano que se pudiera.
Ahora pedimos aguinaldos vía SMS
jueves, diciembre 17, 2009
viernes, diciembre 11, 2009
De los dichos de mi mamá
Poquito porque es bendito
En estas épocas de dulces y otros manjares nunca había suficiente para satisfacer nuestra golosería. Era en estos días cuando más le oíamos este dicho porque siempre nos tocaba poquito dulce.
Las caries también eran un motivo para que siempre nos diera poca cantidad.
En estas épocas de dulces y otros manjares nunca había suficiente para satisfacer nuestra golosería. Era en estos días cuando más le oíamos este dicho porque siempre nos tocaba poquito dulce.
Las caries también eran un motivo para que siempre nos diera poca cantidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)